Está escrito en el Tratado Moed Katán 17ª: “Si el Rab (rabino) se asemeja a un ángel de D’s, entonces permite que te enseñe Toráh”
La explicación judía de “ángel” es mensajero, enviado del Creador. La cualidad esencial del ángel es su fidelidad en el cumplimiento de la misión encomendada por el Todopoderoso. El “ángel” cumple la Voluntad Divina sin hesitaciones ni cuestionamientos.
Y yo elegí a Ariel …
Basándonos con este principio enunciado en el Talmud, vemos que un rabino debe poseer ciertas cualidades que le permitan cumplir estas dos funciones:
En primer lugar, debe ser un gran erudito de la Toráh, es decir, debe conocer perfectamente el TaNaJ (Biblia), la Mishnáh, el Talmud, el Shulján Aruj (Código de la ley Judía), y debe ser versado en todos los aspectos de la filosofía judía.
Segundo: el rabino debe basarse únicamente en estas fuentes para guiar a sus discípulos y congregantes.
Y yo elegí a Ariel …
un rabino debe actuar como un siervo fiel de D’s en todas sus tareas; es una característica difícil de encontrar. Debe tener un alto grado de integridad moral para servir de ejemplo a sus discípulos.
Y yo elegí a Ariel …
Un rabino es un maestro y gran líder espiritual, él vio mis lágrimas, él vio mi búsqueda, él conoció el camino que yo transito
Y yo elegí a Ariel …
Si una persona es sincera y está realmente interesada, encontrará un rabino noble y confiable: Yo elegí a Ariel …
“Tehi Nishmato Tzura Bitzror Ha Jaim”
Que su vida sea unida a los lazos de la vida eterna
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